Los pórticos de la madrugada.











                                                                                  A Jose (sin acento)

Aún está  la saleta desordenada,

/pocas cosas han cambiado/

la persiana carente de parpados,

una  bandeja con la arena de la gata,

y la servilleta blanca por el suelo

como una rata de papel en su guarida.

 

Está  el invierno renovando eneros.

                     Y unas orquídeas secas dentro de un molde

                      de hacer  magdalenas /sobre mi escritorio/

Sigo sin saber  aún si fue ayer u hoy,

cuando  se apago el teléfono/ sin baterías /

sin recordar  el  numero de su madre

o sin decirle a la viuda  que el negro

no es un color sino una sombra.

 

Aún no sé si fue ayer u hoy,

pero las horas sin   márgenes,

ni tipografía alguna /insinúan/

Y el deshollinador me avisa,

que finalmente /hoy/

vendrá a limpiar la chimenea.

Él tenía tantos deseos de estar frente al fuego,

/sentir su calor/

y  recordar como colocaríamos la leña,

hasta arder en  rictus y cenizas.

Luego se apagaron  los sueños

en los pórticos de la madrugada.

 

Aún  no sé si fue ayer u hoy

cuando la sonrisa de un amigo cae  poco a poco

en la noche como brasa .

 

 

Comentarios

  1. L´emoció conté el dolor, però no la bellesa ni l´estima en aquest poema per a un amic que se´n va anar. Un homenatge de paraules per al record.

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