DEL POEMARIO INÈDITO "EL POSO DE LA ESPINA"


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no   Tenía la hierba otra solución,

el verde moría en su victoria,

el hombre que fue, y el que no fue, pisaban aguijones de agua,

 

una  fotosíntesis de patrias caía a los pies del océano,

                                                                -esculpían un abismo-

el deseo de un verbo ajeno que moviera la noche hacia la bahía ,

                                                                    -que huía, blanca, de la luz-

con un Cristo roto en el aislamiento. el   Túnel  destilaba humos

y eran  las sales de los muros quienes exigían su espanto,

soledades de un tiempo que nunca dejó hallarse.

 

y  Ahí está el mar,  penetrando siempre con un sudor

de adiós, en los hijos nunca vueltos a ver por nadie.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                   [ el  Tiempo es un hijo que muere ]

 

 

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