DEL POEMARIO INÈDITO "EL POSO DE LA ESPINA"
47’’
no Tenía la hierba otra solución,
el verde moría en
su victoria,
el hombre que fue,
y el que no fue, pisaban aguijones de agua,
una fotosíntesis de patrias caía a los pies del océano,
-esculpían un abismo-
el deseo de un
verbo ajeno que moviera la noche hacia la bahía ,
-que huía, blanca, de la luz-
con un Cristo
roto en el aislamiento. el Túnel destilaba humos
y eran las sales de los muros quienes exigían su
espanto,
soledades de un
tiempo que nunca dejó hallarse.
y Ahí está el mar, penetrando siempre con un sudor
de adiós, en los
hijos nunca vueltos a ver por nadie.
[ el
Tiempo es un hijo que muere ]
Comentarios
Publicar un comentario